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Cuando comienza el bloque Europa la modalidad de viaje cambia, manejamos otras dinámicas para movernos, tenemos vehículo propio y los aeropuertos quedan atrás. Contamos con más espacio, ya no tenemos que cargar nuestro equipaje por todos lados y comenzamos a movernos con un núcleo de personas más reducido. Cómo abordar las recorridas diarias con estas nuevas premisas es algo a tener en cuenta. A través de los años hay un clásico que se maneja para moverse en Europa que es la bici. El viejo continente incorpora la bici al tránsito como una opción más que valida, y pasa a formar parte de la gran oferta de transportes.

 

En este post hablaremos sobre dos experiencias de viajeras en torno al tema. Comprar bici o no he aquí la cuestión:

 

EUROPA CON BICI / Erica Xavier, Gen 2011 – Viaje académico 2018

La idea de comprar una bici se me hizo seductora en bien me comentaron que era algo que se hacía en el viaje durante Europa, si bien no es algo que todo el mundo hace, me gustó la libertad que ofrecía, si bien yo tenía bici en casa, poder traerme una desde Europa sonaba más que tentador.

El proyecto de comprar bicicletas fue compartido con todos los integrantes de la camioneta (5), además secundado por ex viajeros que habían hecho lo mismo, con la opción abierta de al final del viaje traérnosla, devolverla, o venderla. Al segundo día de llegar a París, después de ir a conocer la torre Eiffel por supuesto, fuimos a Decathlon (tienda de deportes favorita del grupo de viaje donde además se suelen comprar las carpas y todo lo referente a camping) y concretamos la compra.

Con los ahorros propios que me lleve al viaje me di el super lujo de comprarme una bicicleta eléctrica asistida –es decir, al dar pedal la bicicleta se impulsa con ayuda de la batería, no es como una moto- , por dos razones, primero porque siempre me gustaron y al probar una en Japón me enamore, segundo porque si voy a ser sincera tengo una resistencia física terrible y aunque me encanta andar en bici los repechos son mi enemigo natural, el resto del grupo se compró bicicletas normales, así que si les atrae la idea de comprarse una bici no se guíen por mi gusto estrambótico en materia de bicis eléctricas, de todos modos a efectos de este post no cambia.

Las bicicletas que ofrece Decathlon y las preferidas por la generación son rodado 20, pueden ser con o sin cambios, y se pliegan, también venden clásicas rodado 26 y montaña, aunque por el tamaño lo más conveniente es optar por un rodado 20 ya que son ideales para ciudad al ser chiquitas.

Mi experiencia con la bicicleta fue sumamente positiva, permitiéndome compensar el gasto inicial al no tener que pagar transporte público, la bicicleta común anda entre 150/200 euros, que si sumamos todo el gasto de transporte publico dentro de las ciudades, en especial las más caras como pueden ser París o Londres, terminas gastando más o menos lo mismo.

La libertad de tener tu propio vehículo, en ciudades primer-mundistas aptas para la bicicleta no tiene comparación, hay ciclovías, semáforos de bici, lugares donde dejarla, en fin hay toda una infraestructura de sostén y por sobre todo una cultura adquirida del hábito de andar en bicicleta como un medio de transporte más, ni que hablar en Holanda donde hay casi tantas bicis como humanos. No les voy a decir que es mega seguro y no les va a pasar nada porque conductores locos hay en todos lados, pero jamás un ómnibus nos hizo un finito o alguien nos miro con cara rara por tocarles el timbre si caminaban por la ciclovía.

Siguiendo con el tema de la libertad, te movés de un punto a otro a tu ritmo, te perdés por las calles, vas paseando siempre y la ciudad pasa a tu lado como en una película (obvio atenti al tránsito), ni que hablar si para ir del punto A al B no hay metro o transporte directo, vas por tu ruta y seguro entre medio encontrás y ves un montón de cosas que quizá si vas en tren no ves.

Pero lo que más resalto de la bicicleta es la experiencia en sí misma, los momentos en los que el viento te despeinaba en una bajada por las calles de Londres, las tardes por la ciclovía de los canales parisinos, son de los recuerdos más felices que tengo del viaje, y feliz porque no lo hice sola, tuve a mis amigos que me acompañaban, los de mi camioneta y de otras también porque en mi generación fuimos muchos los que compramos bicicleta.

Recorrimos en bicicleta Paris, Londres, Bruselas, Rotterdam, Amsterdam, Helsinki, Estocolmo, Berlin, Copenhague y seguro alguna más que estoy olvidando. En estas ciudades si usé el transporte público era porque llovía, o porque era muy lejos a donde iba a ir, la distancia máxima a la que nos animábamos entre el punto A y B era de 12/15 km, llegando a meter más de 30 km en un día.

 

Ahora voy por el otro lado de andar en bicicleta, el no tan positivo o lo que hay que tener en cuenta y que mejor visualizarlo ahora antes de toparte con le problema:

Qué hacer con ella después? Algunas personas al volver del viaje tienen permitido 2 bultos o equipajes de 23kg, en esos casos es posible traérsela embalada correctamente como si fuera una valija más, no hay mayor dificultad en eso y los que se la han traído casi siempre es de esta forma, el problema es cuando no tenés esos 2 bultos de 23kg. En esos casos podes:

  1. A) Pagar un bulto extra y traértela
  2. B) Intentar revenderla a alguien, ya sea en páginas de venta etc.
  3. C) Intentar devolverla en Decathlon, alegando que ya no te sirve, que no la querés, etc, pero esto no es tarea fácil. Primero porque la bici tiene un uso y pueden no aceptártela, y segundo porque hace años que los uruguayos venimos haciendo lo mismo y ya medio que nos sacaron la jugada, además que depende muchísimo del Decathlon y quien te atienda.

Esta última opción fue lo que hice yo, pretendía traérmela, pero mi bici eléctrica tuvo un problema de funcionamiento y yo no tenía 2 bultos, así que después de probar en varias tiendas logre que me la aceptaran, pero insisto, no fue fácil, así que no den por sentado el “ah la compro y después la devuelvo” porque no.

 

Otros puntos a tener en cuenta:

-El espacio, una bici sola plegable es preciosa ocupa re poco espacio, pero 5 bicicletas es otro cantar, hay que ver cómo van a hacer para que entren sus 5 valijas, sus carpas, y sus 5 bicicletas.

Acá va  una foto de cómo nos la ingeniábamos nosotros.

-Hay que invertir en una buena cadena, el primer mundo es todo lo que quieran, pero el riesgo de que te roben la bicicleta existe, y la cadena finita de linga barata se corta fácilmente.

-La cosa rinde si son varios que tienen bicicleta, si sos solo vos, o unos si y otros no, vas a tener que dejar en claro y conversar el tema del espacio, que es un tema sensible durante el viaje.

 

 

EUROPA CON TRANSPORTE PÚBLICO / Silvina Alpino, Gen 11 – Viaje Académico 2019

 

 

Comprar bici fue una idea con la que partí desde Montevideo. Es un clásico del viaje y lo asumí como tal. Cuando estuve en New York alquilé bici por

unas horas y el experimento me sirvió para notar ciertas características de este medio que me hicieron cuestionar sobre si comprar una llegada Europa era lo mejor para mi modalidad de recorridas.

Al llegar a Paris decidí esperar a ver como era el ritmo de mi camioneta y el mío para evaluar que tan necesaria o no era la bici propia. En el aeropuerto mismo compramos una tarjeta que incluía TODOS los transportes  y cantidad de viajes ilimitados durante 1 semana, lo cual cubría toda nuestra estadía y nos costó u$s 25 aprox.

Luego de recoger la camioneta tres de mis compañeros se compraron bici y dos (incluyéndome) no lo hicimos.

El viaje se fue sucediendo y en ningún momento tener una bici propia me resultaba más cómodo que no tenerla. La oferta amplia de transportes en cualquiera de las ciudades (metro, tranvía, bus, bicicletas de alquiler, etc) me permitían moverme rápido y sin inconvenientes a casi cualquier hora, dándome la flexibilidad que me gustaba para entrar y salir de los lugares tantas veces como quisiera sin preocuparme por donde dejar la bici. En todo caso siempre que precisara había bicis para alquilar. La bici fue cómoda para salir en “modo paseo” pero no me resultó práctica a la hora de visitar y entrar a distintos lugares.

Dependiendo de la cantidad de días que estuviéramos en las ciudades era más conveniente sacar pases de ”x” cantidad de días, de 1 semana o pagar los transportes que tomáramos puntualmente.  Las dos primeras opciones siempre incluyen pasajes validos para cualquier transporte. Hay tarjetas que pueden usarse por más de una persona, hay otras que son individuales y eso va variando según la ciudad o país. En las estaciones de metro siempre se pueden comprar cualquiera de los pasajes que se desee.

Nuestra camioneta se manejaba con una modalidad en las ciudades que estábamos 1 día: moverse con la camioneta por distintos puntos o “parkearse” en un lugar conveniente y de ahí recorrer a pie. Esto facilitaba las cosas. El gusto por la caminata también influye, muchas ciudades son pequeñas y son fáciles de recorrer a pie.

Desde el punto de vista económico no hay gran diferencia a comprar una bici a estrenar. En ciudades que se alojan mas días se gasta o invierte más en transporte y en otras podes gastar 2 boletos en todo el día, incluso ninguno.

 

Al ser una cuestión subjetiva y personal existen una serie de características a considerar:

-para moverse en transporte publico hay que considerar alojarse cerca de alguna parada de bus, metro, tranvía, etc para poder desplzarse sin problemas. En varios camping se alquilan bicis también.

-se va suelto de equipaje para las recorridas.

-flexibilidad a la hora de entrar y salir de los lugares cuantas veces se quiera sin considerar donde atar la bici (hay ciudades que cuentan con equipamiento urbano para ello y otras que no), cosa que hay que considerar ya que tienen que quedar bien atadas y con cadenas resistentes (a compañeros les han cortado las cadenas si son finas y robado la bici).

-coordinar puntos de encuentro en caso de que te muevas con gente que si tiene bici. No van a poder ir juntos de un lugar a otro.

-en caso de que te muevas de camioneta incluso sin una es un bulto menos del cual preocuparse.

 

Hoy en retrospectiva puedo decir que no solo depende de uno la elección, si no de una serie de factores que acompañan, qué haces en la diaria para recorrer, con quién te moves, con la gente que te moves cómo lo hacen, incluso normas de convivencia que se van generando del estilo “cuando pasa esto… se hace tal o cual cosa”. Mi consejo es tomarse unos días de prueba en bicis de alquiler, ver cómo se maneja el resto,  que tan cómodo nos sentimos con una bici, y ahí decidir. No compren por comprar, hay mucha gente que se mueve en bici y lo super disfruta y también hay mucha gente que se mueve con trasporte público y lo super disfruta. Éxitos!!

 

 

Así que ya saben lo que sobran son ofertas y opciones. Esperamos que este post les de una idea de los posibles universos en este gran viaje. Feliz viaje!

Eri y Sisi.