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Lo que más me emocionaba hacer en Japón era conocer el Monte Fuji, por qué? No hay por qué. Había reservado un hotel en el pueblito más cercano meses antes, para poder verlo incluso desde mi ventana, y unos días antes de ir el pronóstico daba nubes y lluvia, aun así decidimos ir, con un miedo tremendo de haber gestionado todo en vano. Por suerte desde el tren un poco antes de llegar se abrió un claro entre las nubes y dejó ver un poco de su inmensidad, ahí se asomaba ante nosotros dándonos la bienvenida, es increíble las cosas inexplicables que me produce ver la majestuosidad de un volcán. Más tarde, luego de subir agotados la larga escalera hacia la Pagoda Chureito (el lugar de las fotos soñadas que tanto había visto en internet), se despejó contra todo pronóstico y se dejó ver del todo, “es para mí!” repetía como una loca cien veces (total nadie hablaba español, y si lo hicieran poco me importaba). Emocionada no pude dejar de mirarlo mientras las nubes volvían a taparlo parcialmente hasta que oscureció.

Lugar sagrado para los antiguos japoneses, y para mí también. Siempre dije que si tuviera que profesar alguna religión sería esas que adoran a la naturaleza. En Japón me vine a encontrar justamente con eso, el sintoísmo, la religión más antigua de Japón, donde se venera al sol, la luna, las montañas, el mar, las piedras, el viento, la serpiente, y casi todos los regalos de la naturaleza (así como lo hacían los primitivos de nuestras tierras en algún momento, qué impotencia).

Los volcanes me conmueven, esa majestuosidad inalcanzable a la vista, alguna energía mueven, no me quedan dudas. No puedo evitar pensar en nuestros ancestros moviéndose por estos lugares, como siempre que miro la luna, las estrellas, las sierras, montañas o cualquier lugar que me haga sentir esa cercanía con el todo que se pierde en las ciudades. En un país tan globalizado y estresante por momentos, esta escapada era más que necesaria, al otro día tocaría subirlo, el primer volcán que subía después de desearlo por mucho tiempo, para muchos otra atracción turística, para mi mucho más que eso.

Por no ser temporada se supone que está cerrado el paso al público pero lo hicimos igual. Tuvimos la mala suerte de llegar un día en el que los bomberos hacían un simulacro por lo que estaba llenísimo de éstos y de policías que no nos querían dejar pasar pero nos metimos detrás de unos edificios escondidos, luego por el bosque trepando entre raíces y árboles caídos hasta salir al camino más adelante donde ya no había nadie para enterarnos por unas gringas que habíamos visto más temprano que finalmente las habían dejado pasar no sabemos como.

Subiendo nos agarró la lluvia, lo que le dio un toque más mágico aún entre la adrenalina que manejábamos y las vistas imponentes que teníamos. Para lo único que molestó el agua fue para subir y bajar por las piedras resbalosas que hay al final del tramo en lo alto, que para alguien con vértigo se convierten en pesadilla de a momentos (y es donde pienso que van a tener que bajarme en helicóptero, pero no, no pasa nada, siempre vale la pena), y por la combinación con el frío que por momentos se vuelve letal, manos endurecidas y un dolor que no nos iba a dejar seguir avanzando una vez arriba después de horas de trekking.

Fue el paisaje con la paleta de colores tierra más linda que vi en la vida y las nubes con la lluvia le daban más encanto. El silencio ensordecedor de estar completamente solos a miles de metros de altura sin otra misión que contemplar y dejarse maravillar por la naturaleza. La primera vez que veía nieve, que ya era hielo pero para mi nieve en fin!.

De los 3776 metros habremos subido hasta el 3200, después se hizo imposible por cansancio, frío, lluvia, y el terreno resbaloso con nieve y barro. No voy a negar que casi muero de agotamiento subiendo, y de miedo resbalándome muchísimas veces, de frío adentro de las nubes llenas de agua que nos agarraban en la altura, y que nos perdimos al bajar y tuvimos que hacer algunos km de más cuando mi cuerpo ya no podía más. Pero quien me quita esa alegría inmensa en el alma que le ganó por goleadada a todo lo anterior?
Me voy más que realizada de Japón.